Historia

Sobre la Fundación

A comienzos del siglo XX, Posadas contaba con una población de 10.000 habitantes; tenia 8 escuelas primarias nacionales y 3 particulares.
Doña Clotilde González de Fernández fue la que impulso el movimiento popular que llevo a la creación de la Escuela Normal de Posadas.
Terminado el 6to. Grado solo las familias pudientes podían enviar sus hijos a otras provincias para que cursaran el nivel secundario y el superior. Los maestros de Posadas procedían de otras provincias, especialmente de Corrientes.
La Sra. De Fernández impulso no solo la creación de la Escuela Normal, sino también del Colegio Nacional y la ENET.
Las gestiones que llevaron a la creación de la Escuela Normal se iniciaron en 1907 por medio de la llamada SOCIEDAD SARMIENTO presidida por la Sra. Clotilde de Fernández. O sea que fue la iniciativa de una persona, apoyada por una sociedad cultural la que llevaría a la creación de nuestra escuela.
Inmediatamente se enviaron telegramas al presidente de la Nación, a personas destacadas, a los periódicos (La Nación y La Prensa) para conseguir apoyo para concretar la creación de la Escuela Normal. Todos estuvieron de acuerdo, no así las respuestas de la presidencia de la Nación y del Ministerio de Instrucción Publica por razones presupuestarias.
Una de las razones que se mencionan a favor de la creación de la escuela es la necesidad de “argentinizar el territorio”.
Las respuestas negativas y la situación política en Buenos Aires (el presidente de la Nación José Figueroa Alcorta en conflicto con el Congreso de la Nación, tomo la determinación de cerrar el mismo, y así planteo el problema institucional) impusieron un pequeño impasse a las tareas de la comisión, pero no agotaron ni su entusiasmo ni su fe en el éxito final.
El 3 de agosto de 1908 la comisión elevo un nuevo telegrama al presidente de la Republica y al ministro de Instrucción Publica Dr. Rómulo Naon, reiterando el pedido del año anterior, y esta vez tuvo eco en las autoridades. El ministro Naon, determino enviar un inspector para ver si era necesario fundar esa escuela solicitada en Misiones. El resultado d esta inspección hizo decir al enviado del ministro Naon, el señor Pascual Guglianoli, que informaría favorablemente al ministerio sobre la creación de la escuela.
Por fin, el 27 de febrero de 1909, se firmo en Buenos Aires el decreto de creación de la Escuela Normal de Posadas.
Por dicho decreto se fundan dos escuelas normales para maestros rurales, una en Santa Rosa, La Pampa, y la ora en Posadas, capital del territorio nacional de Misiones.
Tan fuera de la realidad vigente era la creación de una escuela normal rural en Posadas, que, poco tiempo después, al comenzar el curso de 1911, ya se inicio el primer año de la escuela normal común, egresando los últimos maestros rurales en 1913 y los primeros maestros normales en 1914.

Decreto de la Fundación

Por el Decreto Nº 207 del 27 de Febrero de 1909, el Presidente de la Nación, Dr. José Figueroa Alcorta establece la fundación de la Escuela Normal de Posadas.

Origen del Nombre

El 2 de Octubre de 1958, durante la presidencia del Dr. Arturo Frondizi, se firma el Decreto Nº 6872 por el cuál y a modo de homenaje a las naciones americanas, se considera oportuno designar con sus nombres a diversas escuelas de la República. Así se estableció para la Escuela Normal de Posadas el nombre de “Estados Unidos del Brasil”.

Nuestra Fundadora: Doña Clotilde Mercedes González de Fernández

Era hija de Zulmira Da Veiga (brasileña) y Juan Gonçalvez (portugués), radicado en Santo Tomé (Corrientes).

Contrajo matrimonio en 1900 con Ildefonso Raimundo Fernández Ramos, español.

Tuvieron 3 hijos. Falleció en Posadas, el 28 de Febrero de 1935.

Según lo cuentan sus familiares, Doña Clotilde, en su vida familiar, se caracterizaba por:

Su gran corazón. Era una mujer muy buena, sencilla y generosa, que no hacía diferencias sociales ni juzgaba a nadie. Para ella, todos eran buenos. Se destacaban su suavidad y dulzura al hablar.
Su humildad, su sensibilidad y su alegría. Era muy afectuosa con todas las personas, especialmente con sus hijos.
Se desvivía por hacer felices a los demás y ayudaba desinteresadamente a todo aquél que la necesitaba.
Alojaba en su casa de manera gratuita, a parientes o hijos de amigos que residían en el interior, y que no podían costearse los estudios.
Amaba profundamente la música clásica y la interpretaba en el piano.
Amaba a los animales y las plantas, que abundaban en su hogar.
Ayudaba a su esposo, Ildefonso Raimundo Fernández Ramos, en la corrección y compaginación de sus apuntes, que luego fueron publicados.
Era el árbitro natural en el ambiente familiar. Amaba la armonía y la paz. Defendía hasta lo indefendible. Por ejemplo, a su hijo Gelio, que cuando era niño, le cortó un lado del bigote a su padre, Don Ildefonso, mientras dormía. Este bigote era de los que se enroscaban tipo espiral, y constituía un gran orgullo para él. Gelio tuvo que estar -según su relato- toda la tarde trepado en un árbol, hasta que su madre -Doña Clotilde- después de interceder mucho por él, logró el perdón paterno.
Ofrecía su casa para reuniones sociales y prestaba libros de su nutrida biblioteca a los estudiantes o personas que lo necesitaran.
Invitaba a su casa y preparaba gratuitamente a los alumnos que tenían dificultades de aprendizaje, en sus cátedras de Historia y Geografía.
Llamaban la atención su profunda fe en Dios y en los valores humanos y su inquebrantable fortaleza interior.
Hasta sus últimos días (enferma diabética con graves complicaciones) siguió luchando por la educación y defendiendo sus convicciones. Una anécdota la pinta de cuerpo entero. Muy poco antes de su muerte y ya deteriorada físicamente, viajó en su automóvil Ford con uno de sus hijos para visitar a su prima, Amelia Perié de Romero, quién era directora de la Escuela Nº 112, en Bañado Grande, y vivía en una casa edificada en una chacra de su propiedad, cercana a la misma. Sus hijos los esperaron en el cerro. Estuvo allí por cuatro días. Llevó un diapasón y pentagramas, y enseñó música a mi tío Miguel Ángel Romero Perié, que tenía condiciones para ello.

Clotilde Amelia Teresita Fernándes (su nieta)
Nacida en Posadas, Misiones, el 19 de Octubre de 1942.

Su biografía, según el Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas de Lily Sosa de Newton dice:

Docente, nacida en Santo Tomé, Corrientes, el 24 de septiembre de 1880. Maestra y profesora de piano, ejerció la docencia primaria en Posadas, Misiones, hasta su jubilación, y luego como profesora en colegios secundarios de esa ciudad.
Dedicó sus esfuerzos a gestionar la creación de la Escuela Normal Mixta, el Colegio Nacional y la Escuela de Artes y Oficios en Posadas, propósito que logró tras varios años de lucha.
Estaba casada con Raimundo Fernández Ramos, autor de “Apuntes Históricos sobre Misiones” y otros trabajos, y corresponsal de La Nación y La Prensa.
Ambos consiguieron traer de Francia los manuscritos del sabio Aimé Bonpland sobre investigaciones realizadas durante muchos años en América, los que fueron traducidos y donados al Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” de Buenos Aires.
Publicó un folleto sobre los orígenes de Posadas y una Antología de liberatura americana.
En 1973 las autoridades dieron a una calle de la capital provincial el nombre de esta educadora, que falleció allí el 28 de febrero de 1935. Igual denominación aplicaron a la primera escuela diferenciada y al salón de actos de la Escuela Normal Mixta, que había sido inaugurada en 1909 como Escuela Normal de Maestros Rurales. El Colegio Nacional abrió sus puertas en 1917 y la Escuela de Artes y Oficios, más tarde Escuela Industrial y de Enseñanza Técnica, en 1924.